Son pocos los turistas que se atreven a visitar la Ribeira Sacra, muchas veces por desconocimiento (incluso entre los gallegos es así) y otros porque no saben lo que se van a encontrar allí. Como me dijo un amigo una vez: “mejor así, nos la guardamos para nosotros”.

Una tierra, una gastronomía y unos vinos que fascinaron a todos los pueblos que pasaron por aquí, desde los romanos a los Papas de Roma, los cuales tomaban en exclusividad el vino de Amandi. Es una comarca realmente bella, llena de grandes paisajes y monumentos, desde los espectaculares y acogedores cañones del Miño (aún más desconocidos) hasta los faustuosos y empequeñecedores Cañones del Sil.

Hoy os vamos sólo a hablar solo de una zona de la Ribeira Sacra, la zona de Doade y Amandi (en el Concello de Sober), una pequeña parte de los cañones del Sil en donde se concentran espectaculares paisajes y viñedos de infarto, una ruta que podemos hacer en coche y no nos llevará mucho más de 25 minutos saliendo desde Monforte, pero que podemos ampliar con unas visitas a bodegas e incluso una ruta en catamarán por los cañones. Nosotros recomendamos reservarte una mañana o una tarde para esto. Sin lugar a dudas, te fascinará y atrapará.

Esta ruta nos llevará por una carretera que sin duda alguna podemos considerar una de las carreteras  más espectaculares de España, paisajísticamente hablando, y también sin duda una de los recorridos enoturísticos más bellos del mundo. Si alguna vez oíste hablar del término “carretera paisajística”, este es un claro ejemplo.

Esta ruta toma la carretera que une Monforte de Lemos (Lugo) y Castro Caldelas (Ourense), ya en Ourense, la carretera LU-903. La ruta que os marcamos, sale desde Monforte hasta el puente que cruza de Lugo a Ourense, en Doade y justo al lado de los embarcaderos de rutas fluviales.

Una vez iniciada la ruta iremos hasta Doade, donde se concentran gran parte de los recursos turísticos y paisajísticos de la zona. Llegamos a un cruce de caminos, donde podremos ver varios carteles y desvíos a bodegas, a talleres de alfarería (cerámica negra de Guindivós), restaurantes, monumentos… Incluso aquí acaba (o empieza) la ruta de senderismo PRG-157 entre Doade y Ambasmestas. Si seguimos unos metros, al lado del restaurante la Cantina, se encuentra digamos la plaza central de la zona, con puntos de información y mapas, y además de aquí sale el tren turístico AbaSacra (con visitas guiadas a bodegas).

Pero no nos adelantemos. En el cruce anterior, si vamos hacia la izquierda podremos acercarnos a una bella y pequeña bodega con su restaurante (Castelo), muy recomendable la visita, se trata de la Adega Algueira (no olvidéis comprar un vino, espectacular). Además, siguiendo por una pista de senderismo, podremos acercarnos a uno de los miradores imprescindibles de los cañones del sil en Doade, el Mirador Pena do Castelo.

Si en ese cruce tomamos a la derecha, iremos hacia la zona de Amandi y Guindivós. Además de varias bodegas como la Rectoral de Amandi, hay varios talleres de alfarería tradicional, que producen la famosa cerámica negra de Guindivós. Por supuesto, hay varias iglesias y monumentos que merecen una visita.

Pero realmente nuestra ruta paisajística debe seguir por la carretera principal, por lo que si nos hemos desviado, debemos volver. Pasando el Restaurante La Cantina antes mencionado, seguimos la carreta y a la izquierda vemos la entrada a la bodega Regina Viarium. Este es otro de los puntos importantes de esta pequeña ruta, ya que además de poder visitar la bodega (es una de las que reciben turistas y hacen visitas guiadas) es que hay un mirador al lado de esta donde ya podremos admirar las vistas del Cañon del Sil y los bancales de viñedos. Aquí los sentidos empiezan ya a sublevarse, empezamos a admirar la belleza de la zona.

Volvemos a la carretera, y seguimos la ruta, y en pocos metros, ya estamos de lleno en la carretera paisajística, una carretera que serpentea por la ladera de la montaña rodeada de viñedos que van desde la cima hasta el propio rio Sil, que tenemos a la derecha. Aquí ya sin duda ya estarás “abraiado” como se dice en Galicia. Estarás sorprendido de tanta belleza, es como si hubieras pasado a otro mundo, a un paisaje posiblemente único en el mundo.

La carretera es estrecha y serpenteante, y deja pocos puntos para parar y admirar las vistas, pero hay algunos pequeños ensanchamientos donde podrás hacerlo. Además, al poco de comenzar, hay un desvío a la derecha que nos lleva a una pequeña colina con el mirador de Soutochao, donde hay una estatua de granito de un hombre portando una cesta de uvas, se trata de una escultura de Manuel Rial llamada “O Carreteiro”, un homenaje a la “Viticultura Heroica”.

Es fácil entender lo duro y difícil que debe ser cuidar las viñas, además de realizar la vendimia, por ello se llama heroica, ya que en algunos puntos debe hacerse con arneses y mucha precaución de no caerse al rio o entre las rocas. Verás que en varias viñas tienen una especie de raíles para usar unas vagonetas o pequeñas plataformas para subir y bajar cosas y la uva. Esto ayuda un poco, pero el sufrimiento y dedicación de los viticultores es innegable.

Si seguimos la carretera, ya llegaremos al puente y embarcaderos de los cruceros fluviales, donde además hay un bar restaurante y zona de parking, para tomarnos algo o por supuesto realizar una ruta en barco por los cañones, que es sin duda la mejor forma de verlos. Las rutas duran aproximadamente unas dos horas.

También podremos seguir la ruta hacia Castro Caldelas, ya en Ourense, y de camino también admirar zonas de viticultura. Incluso podremos seguir hacia Parada do Sil y visitar los famosos Balcones de Madrid, el Rio Mao, el Monasterio de Santa Cristina, etc…

Una vez hayas conocido la zona, sus paisajes, sus viñedos, sus gentes y gastronomía.. te irás enamorado de la zona y le querrás contar a todos ese lugar secreto de Galicia… y estamos seguros que una vez conocía la zona, el vino te parecerá muy barato por el esfuerzo, el cariño, y como no, por su calidad e insuperable sabor.

Y por último, la mejor época del año para visitar la Ribeira Sacra estodo el año, pero la primavera, la vendimia (normalmente septiembre-octubre) y otoño con sus colores rojizos, pueden ser épocas muy recomendables.

PD: Las fotos que ilustran este artículo están tomadas a finales de Agosto (a menos de un mes de la vendimia) y en Noviembre, en pleno otoño.